Colombia, país considerado de ingreso medio.
En los países de ingreso medio, franja en la que está Colombia, por cada metro cúbico de agua dulce que se gasta se producen 27,4 dólares, mientras en el país este retorno solo llega a los 18,9 dólares. Las emisiones de CO2 (gas carbónico) en Colombia subieron 16 por ciento y en los países miembros de la Ocde disminuyeron 5,84 por ciento.
Colombia tiene un mayor gasto público en educación y salud (10 por ciento del PIB), en comparación con el 4,95 por ciento de otros países de ingreso medio alto, similares al nuestro, pero esto “no necesariamente implica eficiencia del gasto ni calidad de los servicios ofrecidos”.
Es el panorama de Colombia, según el diagnóstico de la Misión de Crecimiento Verde creada en Planeación Nacional, cuya conclusión es que “un enfoque de crecimiento verde podría re-encauzar el crecimiento económico”.
El estudio, liderado por Hernando José Gómez, director de la Misión, dice que si se fortalece este tema, “los cambios se darían en competitividad y productividad; progresos en la inclusión social; preservación del capital natural; uso eficiente de recursos estratégicos para el crecimiento y adaptación al cambio climático”.
Y no es para menos, el ritmo de crecimiento económico del país en los últimos años no le da la talla al potencial que tiene una nación con tantos recursos. La baja incursión en una economía verde impide mayores reducciones de pobreza, la cual, sin embargo, ha bajado 9,7 puntos porcentuales en los últimos 4 años, según el análisis. “El crecimiento económico contribuyó con 7,3 de los 9,7 puntos porcentuales de disminución de la pobreza”, pero ese logro se debe más a los subsidios focalizados y a la política pública de transferencias.
Un crecimiento verde tiene un efecto dominó: si se baja la pobreza hay menos efectos sobre el medioambiente y, por consiguiente, se dispone de más recursos para elevar la producción y generar empleo.Pero Colombia va en contravía de las buenas prácticas en crecimiento verde. “Si los países de la Ocde y los de ingreso medio alto tuvieron un ritmo de recuperación de sus áreas forestales, del 4,33 y 1,45 por ciento, el país tuvo una tasa de deforestación de 5,24 por ciento entre 2000 y 2012”, advierte el estudio.
“El país debe buscar fuentes más sostenibles de crecimiento y mejoras en la productividad, pues hasta ahora, el modelo se ha basado en la explotación intensiva de los recursos naturales, la cual no es sostenible ni ambiental ni económicamente”, advierte el estudio.