Jornada clave para la elección del próximo presidente de los E.E.UU: Harris vs Trump
La vicepresidenta estadounidense y candidata demócrata a la Casa Blanca, Kamala Harris, y el exmandatario republicano Donald Trump; llegan a las urnas no solo con dos visiones opuestas para el país, sino con dos personalidades antagónicas que polarizan Estados Unidos.
Un mandato omnipresente y una vicepresidencia discreta
Trump gobernó a golpe de Twitter. Las redes sociales sirvieron de altavoz de sus políticas y ocurrencias, que llegaban a la población, muchas veces a horas intempestivas, sin el filtro de los medios tradicionales.
Su amplia exposición contrasta con el discreto rol desempeñado por Harris hasta que Joe Biden renunció en julio a la carrera a la reelección y ella le tomó el relevo
Trump intenta recuperar el poder con la intención de “arreglar” la situación del país tras estos cuatro años de gobierno demócrata. Tiene a su favor el aparente olvido de algunas de sus ideas más disparatadas, como la de tratar el coronavirus con una inyección de lejía.
El magnate neoyorquino goza de una base leal que no le penaliza ni sus errores ni sus causas pendientes con la justicia.
Harris tiene ante sí el reto de demostrar que puede asumir el mando. Según Tom Hollihan, profesor de Comunicación en la Escuela de Comunicación y Periodismo USC Annenberg, tiene de su lado su experiencia como abogada, fiscal general de California, senadora y después vicepresidenta, además de mostrar empatía hacia gente diferente a ella.
Trump aventaja a Harris por 5 puntos porcentuales entre los hombres y Harris le saca 11 puntos entre las mujeres. Esa última diferencia se eleva a 40 puntos entre las votantes de entre 18 y 29 años, anticipa un sondeo reciente de la cadena ABC News.
No es la única diferencia. Trump, añade Vigil, “atrae a votantes que se divierten con sus payasadas. Da voz a las quejas que sienten sus seguidores, pero que tal vez creen que necesitan reprimir”, mientras que Harris es la opción viable para ciudadanos cansados de la retórica del republicano y “de la ira y la división de la política contemporánea”.
EFE